La gran seca de 1948 y la llegada del agua con La Faya en 1949
Los tiempos de sequía no han sido solo los actuales años que corren. Muchos años atrás se sufrieron bastantes y bajo mucho peores condiciones que las actuales, donde no había galerías que aseguraran el abasto y riego.
Solo los más mayores recuerdan, como en 1949 apenas había agua en las fuentes. No llovió prácticamente nada en 2 años y ya entrado el '49 los aforos de Marcos y Cordero habían descendido considerablente. En Barlovento muchas fuentes casi se secaron y la gente "rezaba" porque en estas condiciones las plagas y las pérdidas comprometían la supervivencia en el hogar.
La galería de La Faya, cuyo comienzo en bocamina tuvo lugar en 1940 bajo la presidencia de D. Domingo Hernández Torres, ya a finales de 1948 tenía algo más de 1000 metros perforados. Las cuadrillas de Melenos y La Faya se afanaban en los trabajos. A principios de 1949 se comenzó a sacar escombro húmedo del frente barrenado, lo que daba alegría y motivación; se acercaba el ansiado alumbramiento.
En los 1148 metros, un barreno de pistolete abrió una vía de agua en un dique que hizo saltar de alegría a los presentes. Al realizar la voladura se hizo realidad el histórico acontecimiento de la primera galería en dar agua estable de Barlovento.

Esto tuvo repercusión. Pocos días después la instalación fue denunciada por el consistorio saucero, amparándose en el derecho de que el agua les pertenecía por estar en su terreno (la galería está emboquillada en la ladera Sur del Barranco de La Herradura, Hacienda de Los Príncipes). Los Lugo (promotores de La Faya y Melenos), tenían para ello un as en la manga. Habían vendido a Los Sauces el suelo, pero no el subsuelo (que en esta época estaba diferenciado). Lo que hubiera bajo tierra pertenecía a Barlovento, y con fallo de los tribunales así fue.
Mientras la galería estuvo en pleito, la bocamina estuvo tabicada "precintada", pero aún así, D. Domingo Hernández Torres ordenó a las cuadrillas de Melenos acudir al frente de La Faya de noche (entraban y salían de noche) a seguir perforando de manera clandestina para aumentar los aforos.
Nos cuenta D. Eulalio, como se tenía un vigilante por parte de Los Lugo en la zona de la bocamina con una banderita puesta. Si cuando iban a salir de la galería la bandera estaba en pie, no se podía salir. Si estaba en el suelo, si. Había riesgo de ser vistos por alguien de Los Sauces. Llegaron a pasar hasta 12 horas en la galería sin salir.
Subían de noche desde Melenos, alumbrados por carburo ladera arriba. Estas condiciones solo las saben los que lo han vivido. Es muy dificil imaginarlo.
Esta galería se conectaría posteriormente con Melenos al mismo canal, una vez alumbrada esta última. Comenzó así la alegría de las futuras generaciones, pues Barlovento comenzaba a tener agua en abundancia para sus necesidades.
Antes de comenzar La Faya ya estaban avanzados los trabajos de Pajaritos y El Capricho, desde 1930 y 1933 respectivamente, pero al ser galerías de cota baja no llegarían a la zona saturada hasta muchos años más tarde. En el caso de Capricho fue parada y no llegó a alumbrar agua nunca.
